lunes, 17 de mayo de 2010

Mi nuevo mejor amigo


Este individuo es incondicional, siempre está allí disponible para mi, su oferta de opciones para pasarla bien son prácticamente infinitas, abarcan todos los géneros, desde el drama hasta propuestas mucho más banales.

El cine, se ha convertido en mi compañero infaltable cada semana. De por sí creo que soy cinéfilo sin lugar a dudas, pero en estos tiempos difíciles en donde los bolsillos se vacían así como se llenan, las personas que disfrutamos de una buena o mala película, no la tenemos fácil a la hora de suplir todas las necesidades cinematográficas.

El ir al cine y solo, es visto por la mayoría de las personas, como una muestra irrefutable de un estado depresivo crónico, una soledad inmensa, un aislamiento casi patológico o cualquier diagnóstico negativo que sea sinónimo de tristeza. Pues creo que no siempre es así.

Primero que todo lo veo como una aproximación al estado perfecto e ideal de poder estar en paz con nuestros pensamientos, de disfrutar de nuestra propia compañía y de aprender de una vez por todas que no es necesario realizar actividades acompañado eternamente.

No quiero decir que ir al cine con algún amigo o amiga no sea gratificante, claro que lo es, pero ir al cine solo no es tan malo como muchos piensan; eso sí, si eres de esas personas que no se siente cómodo consigo mismo, es una tarea sencillamente imposible. El principal requisito es poder encontrarte, y no intimidarte al ver la mayoría de las personas emparejadas o en grupos.

Me causa mucha gracia ver como las demás personas me miran como un extraterrestre, como un especimen extraño salido de una película lugubre y gris. Las miradas se posan sobre mí porque compro una sola entrada, la cajera me pregunta si estoy seguro de querer un solo ticket, una sola cotufa y un solo refresco; la mala costumbre de indagar, no asumir y mejor callar.

He aprendido y muy rápido que la mejor compañía es uno mismo, quién más que nosotros mismos sabemos quienes somos, que nos gusta y que no. Es muy extraño sí, pero es cuestión de costumbre.

El cine se ha convertido en mi compañero inseparable hoy día, y de verdad lo disfruto y agradezco su presencia. Cada semana, cada jueves, cada día que me provoque recurro a él y dejo que me sorprenda con una nueva historia.

Logro escuchar con atención, disfrutar cada escena, llorar o reir sin pena...en fin puedo hacer lo que quiera...

Aclaro que no me he convertido en un ser aislado del mundo, pero como dicen, a veces, solo a veces, es mejor estar solo...

2 comentarios:

  1. Eres min idolo..de verdad me encanta como piensas.. =)

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  2. Gracias, que bueno que te guste las tonterías que escribo! un abrazo.

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