Mi domingo

De esos domingos que necesitas salir a tomarte un café, un cosmopolitan a base de té o en su defecto una de esas merengadas de Baty's que te suben el azúcar a niveles "de cuidado", bueno así fué este domingo, con la salvedad que ni tomé café, ni el cosmopolitan y menos la merengada.

Terminé con mi amiga Patricia y mi prima Katherine (y las nombro, porque son sujetos de esta historia) en la Plaza Alfredo Sadel en las Mercedes para disfrutar de una especie de tributo a Gustavo Cerati, en beneficio de unir buenas vibras para su pronta recuperación.

La idea me pareció loable, lástima la poca respuesta del público, pero ya de eso estamos acostumbrados en este país. Quien quería se montaba y tocaba, esa era la idea, y con su música disparaba grandes cantidades de buenos deseos para el ex vocalista de Soda Stereo, inclusive podías plasmar estos deseos en una especie de pared improvisada, hecha específicamente para ello.

Yo descansé, me eché literalmente y como siempre disfruté de la música, la conversa y las cargas positivas que se podían sentir.

Vi mucha gente igual, pero diferentes si veía un poco más allá, muchas personas parecidas... pero sí, muy diferentes entre sí y con respecto a... no hay nada parecido la verdad...