Es que pensamos según las etapas, las coyunturas o las experiencias. Antes pensaba que todo era de una u otra manera, y la verdad sigo pensando de ese modo para ciertas y determinadas cosas, aquellas "no negociables".
Pero hay momentos en los que es más sano flexibilizar, y es cuando entran los grises en la paleta de colores. Mezclar siempre ha sido positivo, un poco de este o de aquel, y salen combinaciones interesantes.
Subir tonos, bajar tonos, más claridad u oscuridad según sea el caso... en fin de matices y colores tenemos muchos para escoger.
Ahora, y si comenzamos a ver los grises como una opción válida y relevante, o es que todo es siempre blanco o negro, hay grises claros y oscuros de hecho, matices y variantes inmersas en otros matices, así va el juego.
Por qué nos gusta tanto definir una u otra, "o ella o yo", descremada o completa, cara o sello, con gas o sin gas, dulce o salado, corto o largo... que manía de contraponer posiciones no? ... y si conciliamos, si buscamos puntos medios, ganar ganar le dicen....
En fin, a probar los grises, a ver que tal sientan, y si no, ahí están los blancos y negros para dar tu toque especial.
De pintores, poetas y locos todos tenemos un poco (es así la cosa...?)
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