miércoles, 12 de mayo de 2010

Plasmado en cartas...

Hace par de semanas me armé de valor, de ese que buscas hasta debajo de tus propios huesos y piel, y me embarqué en la aventura de tratar de disfrutar y analizar, para una posterior crítica, una película que ya con su preview me había advertido a gritos: "No soy lo que necesitas en este momento de tu vida, no juegues con fuego"...

Sorpresivamente, ha sido una de las mejores terapias que he hecho espontáneamente en mucho tiempo...siempre es bueno limpiar el alma a través de los ojos, al menos así lo empiezo a comprobar.

Como una homenaje puro y simple al amor verdadero, ese que muchas veces creemos inexistente y solo vemos en historias como esta y en la gran pantalla, podría definir a "Dear John".

Te hace desear vivir algo parecido, con toda y la cursilería que pueda representar. Ser más fuertes que el tiempo, la distancia y los silencios agónicos, saber esperar, entender que el tiempo es sabio y que el amor pareciera poderlo todo.

Se atreven a verla solos como yo lo hice?...después me cuentan.

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