jueves, 26 de agosto de 2010

Ronald devaluado


Para los que aún y eventualmente sucumbimos ante un Big Mac doble, o una cajita feliz, un sundae de chocolate con topping de chocolate o un capuccino frappé.... se ha convertido en una real tortura poder disfrutar de esos "antojos" como en los viejos tiempos.

La devaluación y la escasez llegaron para quedarse, y Mc Donalds no es inmune a esta debacle económica que vivimos en la pequeña Venecia.

Todo comenzó con el maní para el sundae, se volvió prácticamente un artículo de colección, yo en algún momento lo resolví comprando mi bolsita de maní Jacks, porque para mi, sundae sin maní es como un beso sin saliva.

Luego vino la escasez de servilletas, como carrizo comes hamburguesa con dos servilleticas, más cuando eres de los que se le esparcen las salsas por doquier (como yo). La salsa de tomate en bolsita y la mayonesa.... qué es eso?... ya eso no existe.... es un lujo... dos vasitos por persona para el ketchup y no se queje que con eso es suficiente.

Splenda?.... jajajajajaja..... deje la sifrinería y azúcar refinada con eso, eso sí, no más de dos bolsitas...; pero el acabose, lo que nunca esperé ver en el restaurant de cómida rápida emblemático del imperio: vasos plásticos, sí de esos Selva, en vez de los "casi decorativos" vasos grandes, muy grandes de Mc Donalds.

Esto se lo llevó quién lo trajo, definitivamente al observar estas cosas no hago más que deprimirme y llenarme  de rabia e indignación por lo que se ha convertido mi país, en un eterno racionamiento de todo, y es que ir a un  Mc Donalds es lidiar una y otra vez con un eterno "No hay" y la respectiva sonrisa de oreja a oreja de la cajera.

Cómo extraño cuando llegó esta cadena de comida rápida a nuestro país, en una apertura como pocas en su primera tienda en el Rosal, donde para más lujo nos atendían gringos rubios y rubias en perfecto inglés....

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