De un buen tiempo para acá se ha desatado una "moda" que consiste en llevar barbas, o cualquier cosa que se le asemeje a tener pelo o vellos en la cara (chiva, chivita, candando, candando-barba, barba sin bigote, barba con bigote, mostacho, bigote solo).
Una extraña epidemia de chivudos o barbudos se ha desatado y ahora es mucho más común ver por la calle a hombres con barbas frondosas y abundantes, al descuido ( 4 o 5 días) o con los ya más comunes candados; los bigotes considero que están destinados para los más osados.
Alguna fuerza de atracción generan las barbas, un efecto afrodisíaco y sexual, que hace que a algunas féminas y a otros tantos homosexuales les atraiga que su pareja, novio, esposo o cualquier otra modalidad de relación sentimental les garanticen una buena raspada, o al menos sobada (si cabe el término) con su barba.
Yo estoy entre el grupo de barbudos, y no es fácil créanme, un día más de crecimiento puede poner en duda tu higiene en la boca de los más criticones; es difícil de elegir que tipo de barba es mejor de llevar o que vaya acorde al rostro o a nuestro estilo de vida, puede ser atractiva para algun@s pero repulsiva para otr@s. Lo importante es remojar las barbas y que siempre esté suave y perfumada.
Si de bigotes hablamos, también tienes sus seguidores, hay bigotes de bigotes, y son capaces de establecer una personalidad o un caracter específico en un ser humano, si no que lo diga Hitler o Salvador Dalí (si pudieran).
Para todos los gustos hay, y si la persona con la que estás disfruta meterte mano en la barba, pues que más se puede pedir verdad?
La metrosexualidad sigue siendo atractiva para un buen segmento de la población, pero las barbas rockean, y si se llevan con estilo y actitud, puede con cualquier baby face y hasta más...
La barba en la historia
A lo largo de la historia y en las diferentes culturas, a los hombres con vello facial se les han atribuido la sabiduría, la potencia sexual o un estatus social alto, pero también la falta de higiene o refinamiento y una disposición excéntrica. En algunas religiones los varones deben llevar la barba completa por obligación.
Tras haber sido despojadas de su sentido estético durante las primeras décadas del siglo XX, las barbas, junto con el cabello largo, fueron reintroducidas al mundo occidental por los hippies. Actualmente (comienzo del siglo XXI) las barbas largas son rara vez vistas entre hombres jóvenes occidentales. Seguramente porque hay una cierta tendencia unisex, como en el caso de los metrosexuales, por ejemplo. Sin embargo, en los grupos de rock o pop independiente, o entre grupos de investigadores y científicos todavía es común usar barba, o entre almas bohemias, relajadas y pro las tendencias naturales y sencillas.
Como anteriormente se ha dicho, la barba tiene gran importancia en muchas culturas, sobre todo en el pasado. Por ejemplo, entre los celtas la barba constituía un signo de virilidad y libertad, ya que los esclavos eran obligados a recortársela. Se sabe que los pueblos germánicos también tenían en alta estima la barba al igual que los celtas. Fueron los romanos en su expansión los que comenzaron a extender la costumbre del afeitado, puesto que los soldados eran obligados a ello por las ventajas que conllevaba (se evitaba que el enemigo pudiera halar la barba en la batalla), y dado que el Imperio romano era una sociedad militar, pronto la mayor parte de los hombres del imperio tomaron la costumbre del rasurado facial.
En la Edad Media, cuando los germanos invadieron los antiguos territorios romanos, volvieron a poner de moda la barba, signo de libertad y virilidad para ellos. En el siglo XV se abandonó la moda de llevar barba por un tiempo, en el que los hombres solían rasurarse completamente (excepto quizá los campesinos). En el siglo XVI, comenzó a llevarse una barba muy recortada o el candado en Europa y barba larga en América (moda traída sin duda por los conquistadores, que pretendían diferenciarse al máximo de los indígenas, que eran barbilampiños).
En el siglo XVII, los hombres europeos (y los americanos criollos) utilizaban sobre todo bigote, barba de candado o bien el rostro afeitado. En el XVIII, la moda fue llevar un bigote o bien el rasurado total. En el XIX, la barba volvió a ponerse de moda en los sectores progresistas de la sociedad, mientras que las clases altas prefirieron las clásicas patillas o un simple bigote.
Uno de los tipos de barba más utilizados es el llamado bohemio. Da una imagen de despreocupación y se caracteriza por ser rala. La barba tipo candado es muy utilizada por artistas y famosos en general. La chiva es otro estilo, muy de moda en los años 50 y 60 gracias a los artistas de jazz, y caracterizada por ser más estrecha debajo del labio inferior. La barba en collar o completa ocupa el mentón y la mandíbula.
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