De ves en cuando me lanzo mis entradas incoherentes, personalísimas y sin sentido, y esta seguramente es una de ellas; pero es que en una de esas mañanas en casa pensando en la inmortalidad del cangrejo, me puse a analizar el por qué de mi aversión a esta fruta "El Mango"
Tanto fue mi análisis al respecto, que fui a la cocina a preguntarle a mi madrecita querida si a mi cuando pequeño me había pasado algo negativo con el mango, alguna intoxicación, alergia, susto, o cualquier pasaje que pudiera explicar mi odio "sin aparente explicación" a esta fruta... y la respuesta fue un rotundo "No".
Así que no hay explicación alguna, al menos psicológica sobre este tema lo único que se es que es la única fruta que no puedo ver ni oler; su amarillo chillón me cae mal, su olor se me hace repulsivo, ver a alguien comiendo mango y presenciar como saca sus hilachas de entre los dientes es lo más desagradable que pueden ver mis ojos, y los inventos que con él la gente hace para degustarlo me causan disgusto (sobre todo las bolsitas de mango con adobo que venden los buhoneros en el centro)
En fín, dame patilla, dame piña, dame naranja o dame mamón, pero no me des Mango por favor!!!
tu eres un mango jajajaja muakcs
ResponderEliminarVero...
:O Ah caramba... Yo soy adicta a la jalea de mango. El Jugo me encanta. tendré que hacer mi análisis del por qué odio las alcaparras y las aceitunas jajaja
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