viernes, 4 de junio de 2010

Mis vicios...mis adicciones


No es muy difícil darse cuenta que todas las personas que caminamos por este mundo, tenemos un lado adictivo y vicioso que forma parte de nuestra personalidad.

Obviamente no soy marciano, y no soy la excepción. Todos, absolutamente todos, tenemos un vicio o una adicción, que no necesariamente debe ser visto como algo malo o negativo, pero es que por los clichés de la sociedad estas dos palabras suenan como feas la mayoría de las veces.

Vicio o adicción nos lleva a pensar en dependencia, en crisis de abstinencia y ese tipo de cosas. De vicios negativos está lleno el mundo, y de malas adicciones también, y obviamente sabemos cuales son.

Pero quiero enumerar esos placeres que generan para mi algún tipo de dependencia, esas cosas que me gusta disfrutarlas y tenerlas presente en algún momento de mis semanas, y con las que consigo satisfacción por lo que generan en mi.

Estos son algunos de mis vicios y mis adicciones (según mi amiga Andrea, mis placeres):

  • La música, más que un vicio es una terapia necesaria, así con una carga de cursilería endosada, "sin la música no puedo vivir". Es parte clara y necesaria de mi día a día, para escribir, para producir, para reir o para llorar, no concibo la formación de mis ideas ni mis procesos creativos sin música de fondo o inspirado por la música. Dentro de esta adicción están los que denomino mis "mal pegues", van según los acontecimientos, porque típico que cada canción o grupo, se va identificando con la realidad que vas viviendo. Es que yo soy de letras, de lo que me hace sentir al escucharla, y por supuesto del feeling musical y sonoro.
  • La comida, en todas sus variantes, aunque con una clara debilidad por todo lo que me haga sentir sabores españoles o italianos. Siempre he dicho que en otra vida andaba por esos lados. Los dulces es otro tema, tortas preferiblemente, degustar una buena torta para mi es algo que no tiene precio, créanme.
  • El chocolate, placer culposo, y digo culposo porque no lo puedo comer, me hace un poco de daño, pero aún así de vez en cuando me inyecto una dosis de este antidepresivo natural, y la paso genial. Es que todo lo que está hecho con chocolate sabe demasiado bien.
  • Las carlotinas, si esas gomitas ochentosas de colores, tanta adicción a ellas tengo, que una ida al cine sin mis carlotinas respectivas, no estaría completa (más que las cotufas inclusive)
  • El vino, blanco preferiblemente, esto si es una adicción, aunque no la llevo a niveles "de cuidado", no soy de beber compulsivamente, pero el vino logra algo en mi que ninguna otra bebida alcohólica logra. Me refiero a sus efectos en mi paladar, ese arrugar de boca cuando lo tomo es insustituible. Me gusta el vino por su sabor, y por los sabores que logro al mezclarlo con algunos ingredientes especiales, como las aceitunas o los quesos. En si la satisfacción viene dada por esta vía culinaria, no la de placer por el alcohol y sus efectos.
  • Pizza con cerveza, que les puedo decir, a veces me da por ahí, es una mezcla perfecta para escuchar música (no tanto como el vino), pero igual se destaca entre mis preferidas. Es como relajarse, quedarse en medias, poner buena música y cada sorbo de cerveza será acompañado por el respectivo pedazo de pizza.
  • Leer y las librerás, no lo hago como quisiera (aunque estoy trabajando en ello), soy de los que disfruta entrar a una librería y hojear libros, sentir su olor a nuevo; el ambiente en las librerias es bien particular, pocos lugares te ofrecen tanto conocimiento, y tanta buena vibra.
  • Una buena conversa, de esas con diferentes puntos de vista, con debate, con defensa de ideas, no monotemáticas y aburridas. Si vienen acompañadas con una botella de vino blanco y musiquita de fondo, se puede denominar una experiencia casi perfecta.
  • Los snapples, ya hablé de ellos hace unos días, han logrado suplir mi adicción a la Coca Cola de una manera increible.
  • La Coca Cola, mis niveles de adicción actuales no son comparables a los de años atrás, en donde mi primera bebida del día era una lata de este refresco muy fría. En buen plan, y gracias a dios, ya esto no es así, sus efectos son dañinos sin discusión. Hoy por hoy, pero muy esporádicamente, sucumbo a su sensación en la garganta y a la capacidad que tiene para aguarme los ojos cuando está en la temperatura perfecta.
  • El cine, simplemente insustituible, mis semanas no logran ser ideales, si no voy al cine una o dos veces, soy cinéfilo la verdad, y disfruto mucho el cine de autor más que el hollywoodense, aunque hay ciertas cosas de gran factura que definitivamente hay que ver.
  • La radio, más que un vicio, es mi vida, la mezcla perfecta entre la música que disfruto y las cosas que quiero decir y expresar. Logra una de las emociones más positivas que puedo sentir en la actualidad.
  • El cigarrillo, bochornoso vicio al que he sido adicto por mucho tiempo, pero ya, actualmente con la plena convicción de decirle adiós, y he avanzado, eso me tiene muy contento y satisfecho conmigo mismo.
  • Hacer el amor, y aclaro, no soy adicto al sexo, sino a hacer el amor. Quizás por eso es uno de los placeres menos saciados en mi vida. Siempre he dicho que el sexo nos gusta a todos, pero cuando experimentas lo que es hacer el amor, o al menos en mi caso, no lo cambio por nada en el mundo. Soy de sentimientos, de sensaciones fuertes, y estoy claro en lo que busco y quiero. Lograr el punto perfecto entre sexo y amor no es fácil, nada fácil de conseguir, puedo decir hoy día que tuve la dicha de vivirlo y vaya que se convirtió en un vicio.
  • Escribir, nuevo vicio quizás, formalmente hablando, este blog se ha convertido en una manera de drenar, expresarme, darle forma a las cosas que siento, es una muy buena forma de entenderme y saber que está pasando por mi cabeza.
Bueno, este soy yo, o en parte, algunos buenos y otros no tan buenos, pero que forman parte de ese lado adictivo y a veces compulsivo de mi personalidad, lo ideal es detectarlos, desechar lo malo y disfrutar los que generen placer y te llenan desde adentro.

1 comentario:

  1. Yo siempre he leído que los vicios son malos, bajo cualquier condición. Vicio es vicio.
    Me tomaría el atrevimiento de denominar esta lista como "Placeres", ¿se puede?
    Comparto contigo algunos "placeres". El vino, el cine, la comida y leer SIEMPRE son la mejor opción.
    Beso.

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