Como bien dicen por ahí cada cabeza es un mundo, un mundo que solo conoce y entiende el que está dentro de ella. Las experiencias que vamos acumulando a lo largo de los años nos van demostrando que hay muchas formas de pensar, de reaccionar, de ver los problemas y de buscar soluciones.
Entre esas muchas formas de ver la vida encontramos esas mentes complejas, que parecen laberintos, con muchos caminos, atajos, muchas entradas pero pocas salidas. Son mentes indescifrables, que cuesta un mundo entenderlas, y muchas veces nunca logras hacerlo.
Mentes llenas de paradigmas e ideas inquebrantables, inflexibles, basadas en una sola premisa, la propia, y que pareciera no dar cabida a una forma distinta de ver el mismo punto.
Hay personas que se tornan tan difíciles de entender, que podemos pasar la vida entera intentando descifrarlas, traducirlas, entender aunque sea un mínimo porcentaje de ese cúmulo de pensamientos que parecen jeroglíficos sin ningún tipo de significado, salvo para la persona que los produce.
Es cuando tu cabeza se llena de dudas y más dudas, y no logras encontrar respuestas...¿qué los hace felices?, ¿qué los hace infelices?, ¿qué los hace reir o llorar?, ¿acaso lloran?, ¿qué los hace reaccionar?, ¿es que ningún tipo de pérdida es importante?, ¿todo les da igual?, ¿sienten, padecen, de qué manera lo demuestran?, ¿qué piensan, en qué creen, creen en algo o en alguien?, ¿por qué no hablan?, ¿qué esconden?, ¿quiénes son realmente?, ¿sufren o son témpanos de hielo que nada los afecta? ¿cómo hacen para poder controlar por completo emociones y no desesperarse?
La lista de dudas que hoy me albergan es inmensa, y lamentablemente, me quedo con una cantidad considerable de dudas sin respuesta. A veces creo que las personas pasan e invierten tanto tiempo en su manera de esconderse y "protegerse" que llega un momento que no se encuentran ni a ellos mismos, que queda para los que en algún momento quisimos encontrarlos y conocerlos en toda su esencia.
El conocer a los demás y lo que hay dentro de su cabeza en parte es apasionante, pero el terminar admitiendo que nunca conociste o diste con la matriz de todos esos pensamientos que generan actitudes y reacciones es definitivamente muy frustrante, o sencillamente no era a nosotros a quienes nos tocaba descubrir lo que había dentro de esa cabeza.
Recompensa: al menos se hizo el intento, de entender, de comprender y de acompañar siempre de la mano en muchas de esas ideas.
Buscando respuestas me encontré con esto y en parte me dió luz para algunas de mis interrogantes....
Algunos síntomas de la sociopatía:
Entre las características más comunes de la sociopatía se encuentran la ausencia de empatía y remordimiento, también una visión de la autoestima distorsionada, una constante búsqueda de nuevas sensaciones (que pueden llegar a extremos insólitos), la deshumanización de la víctima o la falta de preocupación a las consecuencias. El egocentrismo, la megalomanía, la falta de responsabilidad, la extroversión, el exceso de hedonismo, altos niveles de impulsividad, o la motivación por experimentar sensaciones de control y poder también son muy comunes.
En fin hay respuestas que nunca se encuentran....
o que si encuentras no quieres admitir no crees
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