Hay letargos que nos alejan de cosas que deben ser prioritarias en la vida, esas cosas simples que dejamos de disfrutar o percibir sin darnos cuenta, y que cuando le damos cabida nuevamente nos percatamos de cuanta falta nos hacían.
Pequeñas cosas, que gradualmente van logrando cosas positivas en nosotros, y que ponen nuestra mente, cuerpo y alma en una carrera con un objetivo común: el equilibrio.
Siempre he pensado que en otras vidas fui o Ecologista, Biólogo o en su defecto un hippie que corría por cuanta grama veía, descalzo y pegando "brinquitos". Siempre he sentido empatía con la naturaleza y todo lo que ella implica, se me había olvidado lo mucho que disfruto escucharme a mi mismo o disfrutar del silencio, y es que definitivamente hace mucho rato que la palabra "Paz" ha escalado muchos peldaños en mi escala de prioridades.
Hago un balance de mi semana a punto de terminar, y me siento bien y satisfecho, menos stress y más calma; ejercicios para la mente y el cuerpo, me están permitiendo encontrar un balance casi perdido, es muy gratificante cuando empiezas a ver como tu cuerpo empieza a cambiar, con el único fin de agradarte a ti mismo y no a los demás (los demás no cuentan), y que tu mente empieza a caminar en una especie de línea recta pero sin miedo a las curvas.
Me conseguí una instructora que entiende lo que quiero, mis objetivos y metas, y aunque parece una versión femenina de Hitler, le agradezco su "manera", porque entre otras cosas necesitaba este tipo de disciplina. Todo al aire libre (como me gusta), disfrutando de una de las pocas cosas que tiene esta ciudad que me hace sentir feliz (su Avila) y con una gran recompensa: sentirme bien conmigo mismo, como siempre ha debido ser, y claro! mi respectivo jugo de melocotón.
Paralelo a esto, les recomiendo enormemente practicar el "Yoga-Pilates", creo que es una de las mejores decisiones que he tomado en muchos años, fusión perfecta de mente y cuerpo, que me hace tolerar lo intolerable, y sonreirle a todo el mundo.
Poco a poco como dicen, paso lento... pero eso sí, seguro.
Danny, pocas veces en la vida he conocido personas con tu bondad, inteligencia y esa luz inmensa que emanas, apagones hemos sufrido todos, pero poco a poco nuevamente estás brillando de nuevo... como la canción de Aditus... No te pueden ni podrán apagar (espero sepas quien soy) tqm amiguito
ResponderEliminarTranquilo, todo pasa, vas por buen camino my friend, un abrazo
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