jueves, 24 de junio de 2010
El mejor "serial killer"
miércoles, 23 de junio de 2010
Vuvuzelas: el jugador número 12
El hecho es que estas "vuvuzelas" se han apoderado del ambiente en los estadios, y ya su sonido similar a una invasión de abejas africanas se ha hecho familiar, aunque quienes lo sufren de cerca comentan que el sonido que producen en sencillamente atorrante y ensordecedor.
Como todo en el mundo es moda, ya se han visto con más frecuencia estos instrumentos en los juegos de las Grandes Ligas en los EEUU, así que no me extrañaría ver en la próxima temporada de baseball profesional venezolano a las chicas caraquistas o magallaneras con su respectiva vuvuzela versión tropicalizada. Seguramente los vendedores informales ya estarán proyectado que estilo, modelo y colores ofrecer a los consumidores potenciales.
Acá les dejo un video de Cómo soplar la vuvuzela, para ir practicando con tiempo antes que llegue Octubre.
domingo, 20 de junio de 2010
Juguetes que enseñan
sábado, 19 de junio de 2010
Cosas del idioma
Dime cómo duermes...
El profesor Chris Idzikowski, director del Sleep Assessment and Advisory Service, ha analizado las posturas más comunes a la hora de dormir – y ha encontrado que cada una de ellas está particularmente relacionada con un tipo de personalidad.
Las posiciones estudiadas por este personaje son:
El Feto (The Foetus) 41%: Los que duermen en pose fetal aparentan ser fuertes pero en realidad son sensibles. Cuando conocen gente suelen ser tímidos al principio, pero enseguida se sueltan. Esta es la postura más común, usada por el 41% de la gente que tomó parte en el estudio.
El Tronco (The Log) 15%: Tumbado de lado con ambos brazos alineados hacia abajo con tu cuerpo. Los que duermen así son gente extrovertida y sociable, les encanta formar parte de grupos sociales, y se fian de los desconocidos. Por otra parte, pueden ser ingenuos.
El Anhelo (The yearner) 13%: La gente que duerme de lado con los brazos estirados al frente suelen tener una naturaleza abierta, aunque también pueden ser recelosos y cínicos. Son lentos a la hora de tomar decisiones, pero una vez tomadas es muy difícil hacerles cambiar de opinión.
El Soldado (The Soldier) 8%: Tumbado sobre la espalda con los brazos estirados. Son generalmente reservados y no les gustan los alborotos. Suelen fijarse grandes metas.
La Caída Libre (Freefall) 7%: Tumbado boca-abajo con los brazos alrededor de la almohada. Es gente sociable, descarada, neurótica, a veces susceptible, y odian las críticas y las situaciones extremas.
La Estrella de Mar (Starfish) 5%: Tumbado boca-arriba con los brazos encima de la almohada. Los que duermen así son buenos amigos, pues siempre están dispuestos a escuchar los otros, y de proporcionarles ayuda cuando la necesiten. No les suele gustar ser el centro de atención.
lunes, 14 de junio de 2010
15 de junio...
domingo, 13 de junio de 2010
Direcciones diferentes
Goles, tarjetas amarillas y penalties
Arte y color
miércoles, 9 de junio de 2010
Duda y tentación
martes, 8 de junio de 2010
Festival Cine Rock
lunes, 7 de junio de 2010
Recuérdame
Bitácora: Canción del día
Sí era...o al menos parece
Zapatos nuevos NO me molestan
Entre brujas y princesas
domingo, 6 de junio de 2010
Premios cotufa
Trastornos y trastornados
sábado, 5 de junio de 2010
Sexo en la ciudad... en otra ciudad
viernes, 4 de junio de 2010
Soy Antropofóbico o algo parecido
Mis vicios...mis adicciones
- La música, más que un vicio es una terapia necesaria, así con una carga de cursilería endosada, "sin la música no puedo vivir". Es parte clara y necesaria de mi día a día, para escribir, para producir, para reir o para llorar, no concibo la formación de mis ideas ni mis procesos creativos sin música de fondo o inspirado por la música. Dentro de esta adicción están los que denomino mis "mal pegues", van según los acontecimientos, porque típico que cada canción o grupo, se va identificando con la realidad que vas viviendo. Es que yo soy de letras, de lo que me hace sentir al escucharla, y por supuesto del feeling musical y sonoro.
- La comida, en todas sus variantes, aunque con una clara debilidad por todo lo que me haga sentir sabores españoles o italianos. Siempre he dicho que en otra vida andaba por esos lados. Los dulces es otro tema, tortas preferiblemente, degustar una buena torta para mi es algo que no tiene precio, créanme.
- El chocolate, placer culposo, y digo culposo porque no lo puedo comer, me hace un poco de daño, pero aún así de vez en cuando me inyecto una dosis de este antidepresivo natural, y la paso genial. Es que todo lo que está hecho con chocolate sabe demasiado bien.
- Las carlotinas, si esas gomitas ochentosas de colores, tanta adicción a ellas tengo, que una ida al cine sin mis carlotinas respectivas, no estaría completa (más que las cotufas inclusive)
- El vino, blanco preferiblemente, esto si es una adicción, aunque no la llevo a niveles "de cuidado", no soy de beber compulsivamente, pero el vino logra algo en mi que ninguna otra bebida alcohólica logra. Me refiero a sus efectos en mi paladar, ese arrugar de boca cuando lo tomo es insustituible. Me gusta el vino por su sabor, y por los sabores que logro al mezclarlo con algunos ingredientes especiales, como las aceitunas o los quesos. En si la satisfacción viene dada por esta vía culinaria, no la de placer por el alcohol y sus efectos.
- Pizza con cerveza, que les puedo decir, a veces me da por ahí, es una mezcla perfecta para escuchar música (no tanto como el vino), pero igual se destaca entre mis preferidas. Es como relajarse, quedarse en medias, poner buena música y cada sorbo de cerveza será acompañado por el respectivo pedazo de pizza.
- Leer y las librerás, no lo hago como quisiera (aunque estoy trabajando en ello), soy de los que disfruta entrar a una librería y hojear libros, sentir su olor a nuevo; el ambiente en las librerias es bien particular, pocos lugares te ofrecen tanto conocimiento, y tanta buena vibra.
- Una buena conversa, de esas con diferentes puntos de vista, con debate, con defensa de ideas, no monotemáticas y aburridas. Si vienen acompañadas con una botella de vino blanco y musiquita de fondo, se puede denominar una experiencia casi perfecta.
- Los snapples, ya hablé de ellos hace unos días, han logrado suplir mi adicción a la Coca Cola de una manera increible.
- La Coca Cola, mis niveles de adicción actuales no son comparables a los de años atrás, en donde mi primera bebida del día era una lata de este refresco muy fría. En buen plan, y gracias a dios, ya esto no es así, sus efectos son dañinos sin discusión. Hoy por hoy, pero muy esporádicamente, sucumbo a su sensación en la garganta y a la capacidad que tiene para aguarme los ojos cuando está en la temperatura perfecta.
- El cine, simplemente insustituible, mis semanas no logran ser ideales, si no voy al cine una o dos veces, soy cinéfilo la verdad, y disfruto mucho el cine de autor más que el hollywoodense, aunque hay ciertas cosas de gran factura que definitivamente hay que ver.
- La radio, más que un vicio, es mi vida, la mezcla perfecta entre la música que disfruto y las cosas que quiero decir y expresar. Logra una de las emociones más positivas que puedo sentir en la actualidad.
- El cigarrillo, bochornoso vicio al que he sido adicto por mucho tiempo, pero ya, actualmente con la plena convicción de decirle adiós, y he avanzado, eso me tiene muy contento y satisfecho conmigo mismo.
- Hacer el amor, y aclaro, no soy adicto al sexo, sino a hacer el amor. Quizás por eso es uno de los placeres menos saciados en mi vida. Siempre he dicho que el sexo nos gusta a todos, pero cuando experimentas lo que es hacer el amor, o al menos en mi caso, no lo cambio por nada en el mundo. Soy de sentimientos, de sensaciones fuertes, y estoy claro en lo que busco y quiero. Lograr el punto perfecto entre sexo y amor no es fácil, nada fácil de conseguir, puedo decir hoy día que tuve la dicha de vivirlo y vaya que se convirtió en un vicio.
- Escribir, nuevo vicio quizás, formalmente hablando, este blog se ha convertido en una manera de drenar, expresarme, darle forma a las cosas que siento, es una muy buena forma de entenderme y saber que está pasando por mi cabeza.